No sabes lo que me produce ver estas imágenes, ver tantas mujeres juntas, riendo, disfrutando, compartiendo y recibiendo cariño y cuidados para sus distintas texturas de cabello. He pasado auténticas tardes de horror en peluquerías. Nunca tuve un espacio de disfrute, que es algo que debería ser primordial en cuanto a un centro de belleza. Recibí comentarios negativos sobre mi pelo y me han hecho daño lavándolo, estirándolo y dañándolo. Cero tactos. Lo más bonito que escuché la última vez que entré en una peluquería fue: ¿Mira que tú no tienes peine?

Me llena el corazón tu proyecto. De verdad te lo digo. No más torturas en la peluquería ni sentir que tienes el síndrome de Estocolmo cuando vuelves porque no tiene a donde acudir. En Barcelona ya tenemos donde ir.

Btw, estoy in Love con mi pelo nuevo La verdad es que empecé el día en la mierda y me habéis subido un montón la moral, he salido super feliz Muchas gracias, a tu madre, a tu tía y a todas las guapas que estabais ahí hoy.